CURRENT MISSION

La Divnidad me ha despertado con besos en la mejilal. Una vez me ofreció su boca en forma de imagen pero eso es pasado: Lo que cuenta es el presente.

ABOUT ME

Por más ingente que sea mi esfuerzo no podría escribir todo sobre mí en ta breve espacio. Pero trataré de hacer un boceto eficaz...

Cuestiones de la imágen, asunto de verme exitoso, bondadoso, fuerte e inteligente ante los demás. En éstos espacios de internet, como en todo en la vida, siempre usamos la afectación para convencer a los demás de nuestras copiosas cualidades; con un ingenio tal, comparable con el uso que hacían de sus talentos hombres como Miguel Anguel o Rafael para realizar sus obras de arte.

¡VOY A CONTARLES ALGUNOS DE MIS DEFECTOS!. Soy muy soñador y me disperso en varios proyectos con frecuencia. He hecho el ridículo un par de veces ante mujeres, por adolecer de falta de realismo, y ser algo romanticista en ciertos momentos - cosa ésta que me guardaré muy bien de que vuelva a suceder-. Aprecio a las mujeres por sus cualidades y pienso que no me gustan las criaturas "vacías", pero en el momento de ver una beldad y otra mujer menos premiada por la naturaleza, inmediatamente poso mis ojos y atención sobre la hermosa en primera instancia sin mantener el principio de "Igualdad" -acto éste generalizado entre todos los hombres y las mujeres, especialmente nosotros-. No sé bailar muy bien que digamos, A veces no valoro todo lo poco o mucho que tengo; me entrego a realizar disquisiciones sobre lo futil de la existencia. Soy impertinente en ocasiones y en otras me callo cuando debo hablar, prácticando el arte de la hipocresía; ahhh y en ocasiones soy adulador. Soy algo egocéntrico, por lo cual quiero a veces más atención de la que realmente pueda merecer. Me entrego con facilidad a crear ensayos, poesías y otros escritos en mi mente, y en ocasiones no presto suficiente atención a lo que estoy haciendo en ese momento. El paroxismo me asalta asiduamente; puede suceder, que con viveza exagere alguna historia para impresionar.

Ahí estan entre otras, algunas de mis máculas. No son las más oscuras y secretas, pues todavía no soy tan fatuo para abrir mi corazón a los seres humanos en algo tan delicado. O tal vez no soy lo demasiado sincero -si es que alguno de ustedes pueda merecer que yo le revele totalmente mis imperfecciones-.

PD. POR CIERTO, SOY MALÍSIMO ESCRITOR, PERO ME LA PASO ESCRIBIENDO.

AUSENCIAS

Nunca fue. Tal vez faltó el catalizador para la reacción pero en todo caso hubo mucha química. Tan sólo una mirada más insinuante aquel día; haber tomado su mano ése otro; que me hubiese acariciado cuando le dije la frase que la hizo sonrojar -eso ocurrió muchas veces-.

Relaciones no concretadas, mucho menos consumadas; más que amistades que sin más son olvidadas. Al recordar todas ésas, son oleadas de quimeras que traen memorias, en todo caso "inocencia". Aquellos cortejos que alimentaron el alma de enamoramiento, y en algunos casos hasta del amor a medias. Sabores melífluos o quizá desagradables -esto último cuando se añora al hacer memorias-.

Hacen parte de la vida muchas veces en que se quizo "querer" y querían también con uno, pero no sólo por el solaz que proporciona una aventura donde sólo prima el sentir burdo, sino porque se compaginaba con aquellas personas. Y faltó el punto final que ya nunca se podrá poner, pues la carta ya fue leída y no hay oportunidad para escribir una nueva.

RELATO SOBRE EL DEVENIR DE LA PROCREACIÓN Y ALGUNAS RETICENCIAS ENFOCADAS

Es verdad que su voz no era fuerte e intimidante pero el alma de ésta aquel día fue estentórea cuando pronunció su discurso. Se trataba de exponer su punto de vista sobre un particular en el cual hay unas "verdades" muy radicales entre la gente que piensa lo mismo, a causa de paradigmas sociales, llenos de prejuicios perjuiciosos. Él, sin embargo, era algo insolente pero dicha insolencia no era más que sentido común, el cual dicho sea de paso "no es el más común de los sentidos".

``Y hablan ustedes de tener que querer a mi padre. Dicen también que si no me hubiese engendrado ni siquiera habría nacido. Dicen que debo estar muy agradecido; peor aún: que yo tengo que engendrar algún hijo para conocer mi sangre, y que -además añaden con total desvergüenza-, es necesario hacer hijos para tener quién vea por mí cuando esté viejo. ¿Pero qué saben ustedes? Los veo llenos de senectud, onduladas sus carnes por el uso que el tiempo ha hecho de ellas, más que ustedes haberlo usado a él; pero se me hacen ingenuos e injustos: unos completos marrulleros que han aprendido muy bien a pretender erudición, defendiendo máximas incongruentes. Pues bien, he aquí mi posición al respecto:

"Debes tener hijos, o entonces ¿quién verá por tí?" tales fueron las palabras por las que nació esta conversación. ¡Qué ruin me parece la idea de procrear pensando en beneficios a futuro! No digo nada respecto al gozo de arrullar un bebé, alimentarlo, verlo crecer -que es algo natural hasta en los animales, o cuanto menos en las madres-; pero ustedes ¡sí que me han salido bien humanos!, llenos de `visión´ y `profundidad de razonamiento´. ¿Existen seres humanos tan miserables? Bueno, cierto es que hay peores.

"¿No piensas conocer tu sangre?" Pero si no soy capaz de comprenderme a mí mismo ni domeñar mis impulsos ante desafíos triviales; si no entiendo lo suficiente de mí mismo -como estoy seguro que le sucede también a ustedes-, ¿Pretenden acaso que con ver unas facciones parecidas a las mías en otra persona, a la cual aporte la mitad de mis genes, pretenden, -repito- que con eso "conoceré mi sangre"? Lo menos que podría hacer yo, es como han dicho con sobrada razón muchos grandes hombres y como está escrito en libros llenos de sabiduría: preguntarme si me es lícito procrear. Ya sé que todos llegamos producto de una casualidad; deseos de placer irrefrenables que se encubren con el nombre de "amor", pero que en pocos casos realmente está presente: La lujuria es la que tiene de lejos prelación, pero nadie lo reconoce. Y claro, tal vez algún día me decida a "conocer mi sangre" o, me vea obligado a hacerlo con resignación, al cometer alguna imprudencia deliciosa. Si les sirve de consuelo, estoy lleno de lascivia, ¡señálenme y condénenme!

¿Pero no hubiese nacido de todos modos? ¿No hay suficientes hombres que a diario se proliferan a diestra y siniestra en este mundo? El agradecimiento, es algo relativamente proporcional a la sensibilidad del alma. Y mi alma es bastante sensible en este aspecto: yo peso y sopeso todo como para poder afirmar que le quiero pero en serio: soy justo, no puedo ser emotivo con alguien que no lo merece. ¡Mucho se ha dado a quien no le pertenece! Antes el desfalco lo pasaba por alto. Mucho fue lo que se me negó. Pero hablando de la no-existencia, ¿qué de malo tiene?´´

Tales palabras fueron las suyas, y salió del lugar con alegría. Sintió haberse desahogado un poco, aunque se juzgó estúpido pues se percató que aquel público no era lo suficientemente elevado, como para reflexionar en la profundidad de aquellas palabras. La única que era digna de haberle escuchado era una tía suya que allí estaba -ésta no era vieja-. Le parecía que ella tenía un hogar aceptable -además recibía subvenciones de su parte-. Pero no por eso creía que ella habría de sondear eficientemente en lo que él había dicho.

Ya en su casa se recostó en un sillón y después de analizarse un poco concluyó lo siguiente: <>.

Pasaron varios años y olvidó todo aquello. Se había convertido en padre de un hijo del mundo: igual que lo fue él. Juraba haberlo hecho todo por su hijo pero ese "todo" eran algunas héticas "ayudas" a su sangre, que había "conocido" fruto del placer. Estaba seguro de que jamás amó aquella mujer. Periódicamente trataba de emerger algo desde lo profundo de su ser, algo que tenía la pretensión de reclamarle; pero siempre lo ahogaba con el peso de la misma "verdad universal" que él se repetía: "Son los hijos los que le deben todo a los padres". Así podía solazarse sin sentir remordimiento alguno ante otras verdadades universales que él pisoteaba; entre ellas ésta: "Un hombre de verdad no puede convertirse en títere de una mujer".

LOS MANJARES AVINAGRADOS DE LAS FALTAS Y EL VICIO

¡Oh!, si fuese como dar vuelta a un reloj de arena; si cada grano que nos representa una vergüenza, cualquier imprudencia o crimen cometido pudiese revertirse por la cintura donde "pasó" a ser parte del pasado, para que de nuevo fuese un "no ha sido" o "nunca sucedió"; y tener buen cuidado de que no sea (que el transgresor en todo caso no olvidara los granos de arena). Lo anterior, no obstante es imposible, y de ser factible ¿no serían acaso mayores los crímenes y no sería la libertad perpetua para las mentes más arteras? En todo caso (ya hablado de las mentes menos arteras) es desaconsejable el sentimiento de culpa cuando éste proviene de la reiteración en algo bastante experimentado, pudiendo ser más miedo a ser señalado que verdadero dolor por la pobreza interior.

Dimanan quimeras y remordimientos cuando no se ha sido inteligente - o prudente-, y ha fallado el entendimiento. El "control de sí mismo" parece contravenir las leyes naturales pero en realidad es la deficiencia de garbo producto de ua determinada calidad de espíritu lo que somete la voluntad convirtiéndola en una ruleta de casino. Sólo nos quedan los recuerdos; ¡Ay!, más humillantes cuando representan un círculo antípoda al de la virtud [Aquí dicen nuevamente: "es sentimentalista, no es objetivo"]. Una repetición que no estaba fuera de los pensamientos más pesimistas de alguien contra su propia persona porque en realidad hay cosas peores que la muerte. Y esta última representa menos deshonra que las acciones más detestables ante los ojos más observadores: Aquéllas donde exhibe el ser su locura y manifiesta un animal que no debe ser liberado (si estudiado y sublimado, pero es una fiera que sólo debería ser asequible a cada individuo).

PHILOSOPHY

RAZONES IRRECONCILIABLES

Mucho se dice en favor de la razón, y cada panegírico que se hace termina en verdad haciendo caer su fama en mayor detrimento. Los planteamientos realizados forman sin querer - o muy intencionalmente-, la eterna lucha de conceptos y acciones. Hay idealización del hedonismo, o adoración de lo numinoso; optar por un centro, o un equilibrio en los hábitos de vida, se considera una total hipocresía o debilidad, lo que es señalado por parte de los que gustan de los extremos -éstos últimos se consideran mesurados sin embargo-. Demasiado se dice de la razón.

Tratando de encontrar un hilván de la vida como tal -sin la cual es imposible la "razón"-, se puede apelar al paraíso y lo celestial como meta, o la complacencia moderada o irrestricta de los sentidos, según difrentes concepciones. Abriéndose a todas las posibilidades aparece también una idea después de bastantes horas de soledad y muchas serias reflexiones: "La vida no tiene sentido o razón. Hay sólo dos posibilidades; vivirla o no. Lo demás está de más". Y es así como el resto de la naturaleza se presenta como ejemplo claro de simplemente vivir. De sobrevivir. Mas todos sabemos que la humanidad se tapa los oídos y arremete contra todo -hasta contra sí misma- pues no puede sentirse inferior; y sin embargo, siempre es superada. La muerte es inmortal.

Toda deprecación es fruto de la razón en favor de algo que se considera como medio o fin. Los creyentes, tienen la fama caricaturizada -y muy bien ganada- de realizar sus oblaciones con la idea de obtener algo que no es visible, algo "irreal" para los ateos. Pero los no-creyentes también se inclinan ante fuegos fatuos que aunque "muy reales y terrenos", no pueden llegar a ser verdades absolutas. Sin embargo, en esos dos bandos puede encontrarse personas muy elevadas. Al creyente sin embargo y siempre y cuando no sea fanático, lo asiste una razón mayor, y es el hecho de que la única justificación posible de la vida - y por eso mismo paradójica-, es la existencia de un ser Supremo, que abre la puerta al conocimiento trascendental y un mayor perfeccionamiento, con lo cual se entendería todo, incluso la existencia del sufrimiento; y lo que es más importante para algunos: Se obtendría vida eterna y felicidad imperecedera.

Pero el nihilismo ofrece también un sinfin de paradojas a propósito de la razón; la sola idea de negar todo principio y pretender razonar ya es bastante. De acuerdo a él, entonces si cabe gran valor a la idea antes mencionada: "La vida no tiene sentido o razón. Hay sólo dos posibilidades; vivirla o no. Lo demás está de más".

PEQUEÑAS DISERTACIONES ACERCA DEL SER HUMANO Y SUS RELACIONES

En todo lugar para donde pueda dirigirse la vista está: La representación de una socialización más comprometedora. Es inherente al ser humano, que con frecuencia se hace víctima de sus propias muestras de afecto hacia los demás, cayendo en una especie de sueño donde fantasea con algo, por demás utópico: La idea de encontrar "perfección" -o por lo menos algo demasiado cercano a ésta-, en quienes le rodean.

Compañerismo, amistad y Amor, no dejan de adolecer defectos; mas no por eso se les ha de condenar como algo estúpido. Sí es algo estúpido la idealización que muchas veces hacemos de esas relaciones, pero esto sucede a causa que de ellas se desprenden en inusuales ocasiones, verdaderos actos de voluntad en aras del bienestar de otro u otros, mostrando una generosidad que aplasta por un momento el mayor mal social, es decir el egoísmo. Mas esas situaciones - repito-, son inusuales; tan extrañas que tristemente se les pondera, pues se salen de la actitud normal adoptada por la humanidad.

[ Se le llama amor,
hace arder en llamas el interior,
denota algo de adicción al dolor,
masoquismo interior.

Amigos son todos,
pero abnegados casi imposible hallar,
y semejante tesoro hacemos alejar;
sí, de todos modos,
por impertinencia y falsía.

exacerbado amor propio:
llora no porque perdió la vida y ella era felíz,
es que se siente como aguardiente sin anís,
o drogadicto sin opio.]

La derrota del egoísmo constituye una verdadera victoria para cualquier persona. Creo que de hacerlo si quiera tan sólo una vez en la vida, no se habrá perdido el paso por este mundo. Un acto de sacrificio lo justifica.

LARGA VIDA A LOS SUBTERFUGIOS:

Perseverando tercamente en un embotamiento totalmente viciado, el ser procura con desesperación un cambio radical, o en su defecto la muerte -su vida se ha hecho una tortura-. Todo le da asco a su alrededor, siente lástima y odio por sí mismo, y descubre cada mentira de la sociedad, de lo profano, lo santo y de todo cuanto hay. En ocasiones ve con "amor" o admiración determinada persona o cuestión, mas la fugacidad de tales instantes a penas pueden percibirse y contarse como un par de segundos de tranquilidad entre eones de sufrimiento (vive en su propia cárcel). La frustración es lo que hace culminar en tales estados.

Busca desesperadamente dirimir con su vida como es, y emplea su energía en cambiar de mundo -eso aquél que no cae en el suicidio-; y ve horizontes totalmente nuevos, pese a haber "comprendido" mil veces que nada es nuevo, y que el tedio siempre abraza a los que poseen aliento. Ahora hace a un lado el análisis vitando de la existencia que tanto ha degustado, y cuya degustación lo ha enloquecido.
¿Cuánto tiempo durará su cordura? ¿Tal vez poco? ¡Y qué importa!

Las vicisitudes - o la racha de contratiempos-, pueden ser el alimento para fortalecer el alma, en vez de ser motivo de pesares, eso es relativo. No ser feliz no debe ser un problema; siempre que no se sea infeliz, con eso basta.

ALEGORÍAS Y ALGO MÁS ACERCA DE LA AMISTAD

Preferible es la pequeña sanguijuela que la víbora, pues ésta no es mortal como aquélla. Sin embargo la persona con firme voluntad, no tolera ninguna de las dos, pero como la mayoría son personas normales, han de escoger la sanguijuela. La vida se presenta, en gran cantidad de ocasiones, con una trama que es aborrecible: Ofrece sólo opciones malas, pero hay que tener inteligencia para optar por la mejor.

El hombre permanecía sentado en un cómodo sillón. A pesar de haber dormido toda la noche estaba agotado. Sentía un pequeño dolor de cabeza, pero no pudiendo evitar el abismarse en razonamientos de temas simples, en la forma intrincada como acostumbraba a pensar, he aquí lo que pasaba por su mente:

"Se dicen muchas cosas que divinizan la amistad, que la hacen deidad, pero partiendo de la base que se hace amistad con humanos igual a mí, no puedo verla como una diosa; no puede negarse su imperfección -pese a que considero tener amigos maravillosos-; es demasiado idealista el pregonar una lealtad infinita, tal vez porque yo mismo he aspirado a mantenerla, y aunque no he sido lo suficientemente desleal -y en términos normales ni siquiera "desleal"- pocos han sido mis sacrificios y manifestaciones de sinceridad, comparándolos con otros muchísimo más grandes pese a que se hicieron esperando algo a cambio. Tal vez sí he escalado más alto que aquellos acostumbrados a las tretas, conspiradores profesionales, llenos de egoísmo. Y me he sumergido en aguas más profundas que aquellos cuya ralea espiritual les hace evidenciar su falta de vergüenza: Señalan como mediocre y pérfida la amistad por conveniencia, la traición y la hipocresía, pero son exactamente igual a quienes critican. En muchos casos son peores. Hasta la amistad de los dioses no escapa a las intrigas, las estratagemas, la traición y el deseo de beneficio propio. Este último casi nunca exhibido como algo inconciente en los dioses, pero sí en los hombres. Mas el mortal habla de "verdadera amistad", ¡y fanfarronea creyéndose el más noble y fiel! Bien es cierto que el menor mal que se puede causar es tomar un poco , y que beban algo de nuestra fuente, pero hay que aborrecer los vampiros. Es perdonable la conveniencia, el interés y hasta que se tome un poco de energía; dado que existen quienes suelen "pedir favores" pero nos compensan con entretenimiento o, simplemente dándonos la posibilidad de jactarnos de ser mejores -a muchos les fascina esto-. Lo execrable totalmente es el veneno que despiden algunos desleales, infieles, totalmente vituperables para quien por lo menos ha sabido guardar confidencias y no sembrar semilla de discordia contra el amigo...(Y mientras esto pensaba le llegaron miles de imágenes por un instante; fue entonces cuando se rompió la sutilidad del pensamiento para darle paso a algo más denso)." ¡Es mejor una pequeña sanguijuela que una víbora! -exclamó al tiempo que empezó a mirar para todos lados-.

Existen tal vez casos excepcionales, hombres y mujeres portentosos que han dado muestras de una amistad incondicional y fiel. Almas muy grandes. Pero siendo poco usual esto, se debe procurar al menos tener gente digna a nuestro lado, y no dar cabida a la hipocresía o al conformismo. Así es, que se puede soportar alguien interesado, alguien que de vez en cuando te saque un poco de dinero y no te pague -siempre que no se convierta en vampiro-; pero una "serpiente" venenosa, es algo intolerable.

PD: No tengo nada contra las serpientes que se arrastran por el suelo y que luchan por vivir en éste mundo, como todos los demás que hacemos parte de él. Son animales muy hermosos.

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